Ante tantas adversidades y dificultades, Dios quiere restaurar enteramente lo que el enemigo ha intentado destruir, sanando nuestras heridas y dándonos una relación eterna con Él a través de la fe en Jesús. Dios desea transformarnos, liberarnos de nuestras cargas, llenar nuestros vacíos con Su amor, y darnos una vida plena y victoriosa. Su propósito es que vivamos en Su presencia, guiados por Su luz, testificando Su poder, y que pasemos de ser solo creación a ser verdaderos hijos que disfrutan de salvación y vida eterna. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:13
En momentos cuando nos sentimos indignos, satanás intentará alejarnos de Dios, queriendo frustrar Su propósito en nosotros y llevarnos a la destrucción espiritual y emocional. Busca robarnos la paz, el gozo y la esperanza, llevándonos al pecado para luego acusarnos y hacernos sentir culpables. Su objetivo es separarnos de nuestra relación con el Señor, engañarnos con mentiras y hacernos sufrir y de esta manera afectar negativamente a quienes nos rodean.
El uso de drogas puede provocar la destrucción del hogar y la familia, afectando profundamente las relaciones con seres queridos. El ambiente se llena de conflictos, desconfianza y dolor, rompiendo la unidad y el amor que antes existía.
Además, genera una gran inseguridad en la persona. La autoestima se deteriora, aparece la confusión y se pierde el control sobre las decisiones, afectando la identidad y la estabilidad emocional.
También conlleva a la pérdida total del trabajo y las finanzas. La adicción puede llevar a mentir, engañar, e incluso delinquir, en un intento desesperado por sostener el consumo, dañando la integridad personal y destruyendo oportunidades de vida.
Querido amigo/a, el Señor te ama profundamente. Nunca te ha abandonado, ni siquiera en tus momentos más oscuros, aún si sientes que no puedes alejarte de las drogas . Su amor es fiel y constante, y hoy te extiende Su mano para levantarte, restaurarte y darte una nueva esperanza. Él desea caminar contigo, guiar tus pasos y mostrarte que siempre ha estado a tu lado, incluso cuando no lo sentías. Confía en Él, porque su amor es eterno y Su gracia transforma vidas.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17
El Señor tiene el poder de sacarte del vicio de las drogas. No es fácil pero poderoso es el Señor para sacarte de ese problema y llevarte a una vida plena libre de adicciones. Su misericordia llega al rincón más profundo, incluso en medio de tu lucha. No importa cuán lejos hayas llegado o cuán oscuro se vea el camino, el Señor puede rescatarte, restaurarte, y darte una nueva oportunidad.
En medio de la batalla contra las drogas, Dios no se aleja de ti; Él permanece fiel. Cuando pones tu confianza en Él, Él te da la sabiduría, la fuerza y la dirección necesaria para salir adelante. Su presencia constante es tu refugio, y Su amor te sostiene, incluso cuando sientes que todo está perdido. Dios puede abrir caminos donde parece que no hay salida.
La Biblia nos asegura que, aunque estés atravesando un valle oscuro, Dios está contigo. Nunca estarás solo en tu lucha, sin importar cuán profunda sea tu tristeza o cuán fuerte sea la tormenta. Dios promete caminar a tu lado, protegerte y fortalecerte. En Sus brazos hallarás seguridad, y en Su fidelidad encontrarás la esperanza de una vida renovada y llena de propósito.
Sostiene Jehová a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos.
Salmos 145:14
Amigo/a, hermano/a, no estás solo/a en esta lucha. Tú puedes vencer este vicio; aunque parezca difícil, con Dios todo es posible. Él es tu fuerza en los momentos de debilidad y te ama profundamente. Confía en Él, porque eres su hijo/a y tiene un propósito maravilloso para ti. No te desanimes, sigue adelante con fe, cada paso que das es una victoria. Lo vas a lograr, ¡no te rindas! ¡Tu restauración ya comenzó!
Aún estás a tiempo de clamar al Señor y permitir que Él transforme tu vida por completo. Haz esta oración con fe:
Dios mío, con el corazón en la mano te pido que me liberes de este vicio. Que todo ataque del enemigo sea apartado de mi vida, restáurame y hazme nuevo, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
No estás solo/a, el Señor escucha tu clamor y tiene poder para darte una nueva vida.